viernes, 19 de marzo de 2010

Los intrépidos legalizadores

No me gusta hablar de política, pero si no lo hago reviento. El caso es que llevamos asistiendo en las últimas semanas a una sucesión insólita de acontecimientos en relación con las parcelaciones ilegales anegadas el pasado mes de Febrero por el Guadalquivir, cuando éste decidió simplemente volver a reclamar las zonas que le son propias.

Todo comenzó cuando los cordobeses oímos en las televisiones nacionales nombres que a la mayor parte no nos sonaban de nada, como "La Altea” y "Guadalvalle". Un día sí y otro también, en nuestros televisores aparecían completamente anegadas las típicas construcciones, todas cortadas por el mismo molde pseudo hortera-ostentoso, que tanto abundan desgraciadamente en nuestra ciudad. La gran mayoría que formamos los cordobeses de bien, sin importar el ser de derechas o de izquierdas o hasta de centro, nos asombramos (unos más que otros) de que en una zona completamente inundable, con el peligro que eso conlleva, se hubiese permitido construir de forma ilegal no una casa aislada, sino urbanizaciones completas con luz, agua, asfaltado y hasta señales de tráfico, que aquí sacan tajada muchos.

Olvidado algo el tema, a los cordobeses lo que realmente nos interesaba de todo el temporal de lluvias era que dejase un día de llover para ir al Puente Romano a ver entusiasmados como niños el Guadalquivir rugiendo como en sus buenos tiempos, o ir al campo a disfrutar con los pequeños arroyos de nuestra sierra por fin llenos de agua...

Pero los políticos no viven de eso. No viven de un entusiasmo que luego no se transforme en votos tangibles. Y en vez de ir como unos más al Puente, se fueron con fingidos rostros compungidos a eso que ahora de forma ridícula se llama en los medios "zona cero" y que ellos en su propio argot llaman "caladero de votos". Algunos aparecieron con calculada ambigüedad, como Andrés Ocaña, que en la misma frase a la prensa fue capaz de decir que "las zonas son inundables, lo que impide su legalización", pero que "cuando las aguas vuelvan a su cauce los desalojados tendrán derecho a volver a su casas". Otros, como Rosa Aguilar, repartiendo abrazos y besos, poniendo cara de interesante y..., como es habitual en ella, no haciendo nada. José Antonio Nieto se pasó también por allí, echando la culpa a todo el mundo, menos a los parcelistas, por supuesto. Y los socialistas, en fin, como actores secundarios pero afirmando que desde la Junta se solicitarían al Gobierno Central todas las ayudas necesarias...

Pasados los focos televisivos, el vodevil siguió su curso. Así en el primer Pleno de Marzo en el Ayuntamiento se trató el tema. No se les cayó la cara de vergüenza. Nadie asumió responsabilidades, nadie quiso hablar claro. Decían que el PGOU ya contempla las actuaciones para estos casos y bla, bla, bla. Todo bajo su curiosa interpretación de la democracia, de que es mejor contentar a unos cientos de personas QUE HAN ACTUADO DE FORMA ILEGAL que respetar los derechos de los trescientos y pico mil restantes. No vaya a ser que los minoritarios les monten una manifestación delante del Ayuntamiento, y como de todas formas la mayoría si se queja es sólo de palabra y al final cada uno votará a los suyos...

Pues esto es lo que hay. Y la última es la iniciativa “estrella” con la que se descuelga el ínclito señor Nieto, que ya sin tapujos ha planteado esta semana que lo que debe hacerse con estas parcelas es "legalizarlas" y que el PGOU se vaya al limbo. Curiosa forma de actuar de uno que, dicen por ahí, tiene estudios de Derecho. Los otros partidos han saltado en contra, tachándolo de "demagogo"... pero esperen ustedes cuando llegue el momento.

Se afirma que unos tienen los políticos que se merecen. Creo sinceramente que en el caso de Córdoba, si esto es cierto, es un castigo excesivo. Políticos que no defienden el interés público, políticos serviles con los plutócratas que parcelan en lotes nuestra sierra, políticos inactivos ante los que destrozan nuestro patrimonio, políticos, en suma, todos iguales, sin distinguir quién es de izquierdas y quién es de derechas, aferrados a la poltrona y a la mamandurria, sin más mérito que flamear las banderas detrás de los líderes en los mítines. Así que, en vistas de todo esto, propongo que en las próximas elecciones municipales el PP e IU (el PSOE local, mero apéndice de la Junta, no cuenta) se dejen de engañar al personal y se presenten juntos como hermanos bajo las siglas PPIU: Partido de los Parcelistas Ilegales Unidos.

(qué a gusto me he quedado)

 Vista aérea de las zonas inundadas. http://www.cordobadesdeelcielo.com/catastro.html

2 comentarios:

Paco Muñoz dijo...

Te has quedado a gusto pero creo que corto, es todavía más de lo mismo, las mismas palabras, los mismos gestos, el mismo aburrimiento del respetable, las mismas ganas de olvidarse de estos señores, que son incapaces de dar un paso al frente y coger el toro por los cuernos.

Te has quedado corto cuando dejas caer las viviendas que tienen esos señores, sino date un paseo por la Campiñuela, mansiones, no parcelas de pobres trabajadores que con un gran esfuerzo han ido poco a poco haciéndose su casa. Verdaderos palacio con un pésimo gusto, con tufo a nuevo rico inculto. Que en el fondo han hecho el negocio del siglo.
Se lo legalicen o no es igual seguirán lo mismo. No se quejaron del aeropuerto diciendo que había que quitarlo, en lugar de sus casas. Pues igual habrá en su momento que quitar Medina Azahara, por decir algo.
Te has quedado a gusto pero corto.
Un saludo

Laurentino dijo...

Sí, la verdad es que he querido sintetizar demasiado con lo de pseudo horteras-ostentosos. No son, como bien dices, desvalidos pobrecitos como nos venden los cómplices medios de comunicación.

Pero gente de este tipo sin escrúpulos siempre habrá, y los que tienen la responsabilidad de pararles los pies son nuestros políticos, que para eso se les paga.

Y no hablemos de si en las riadas llega a haber víctimas. Miedo me da de pensarlo.